La eyaculación precoz es un problema que afecta a los hombres en líneas generales. 2 de 5 individuos tienden a padecer sus estragos, hasta el punto de causar frustración. Conoce aquí cómo curar la eyaculación precoz para olvidar este dilema para siempre.
Ten en cuenta que muchas veces la eyaculación precoz no tiene relación alguna con problemas de salud (al menos en terrenos de lo físico). Por lo general, está asociado con asuntos psicológicos como el estrés, ansiedad o depresión.
Fases para iniciar el tratamiento
Los médicos expertos en el tema aseguran que antes de iniciar con las soluciones a la eyaculación precoz es importante aplicar un enfoque multidisciplinario, eso significa el estudio de varios factores preponderantes que causan la prontitud de la eyaculación.
Este enfoque multidisciplinar se clasifica en tres fases igual de fundamentales:
- La valoración de un urólogo. Este primer paso es clave para iniciar con un diagnóstico concreto. Además, funciona para el descarte de otras enfermedades asociadas como agrandamiento de próstata.
- Aplicar la terapia conductual. Solo tiene valor con un psicólogo o sexólogo que abra la confianza en ti para contar el problema. Es la solución ideal para tratar algún malestar mental que impida retrasar lo más posible la eyaculación.
- Finalmente, iniciar el tratamiento con fármacos para controlar la eyaculación precoz. Solo es viable si cumples con las dos cláusulas anteriores.
La mayoría de los médicos sexólogos están de acuerdo que el mayor problema en la eyaculación precoz es la falta de aprendizaje. Es decir, cuando te masturbas siempre estás alerta de no ser descubierto y por ello deseas adelantar el proceso al máximo.
También ocurre otro panorama: hay eyaculación precoz en la relación sexual pero no en la masturbación. Ese es otro tema que los especialistas diagnostican en las sesiones de consultorio.
Ahora bien, es fundamental que los hombres comprendan que la penetración no lo es todo. Existen más juegos eróticos que mantienen la erección sin necesidad de eyacular a los 5 minutos de comenzar la tarea sexual.
Soluciones oportunas
Este es el punto álgido que debes saber para darle un tratamiento respectivo a la eyaculación precoz. Para lograrlo, el primer paso es el más difícil y es la aceptación del problema. Deja atrás el pudor para recibir la asesoría necesaria. Sin ello no vas a lograr un avance próspero.
Terapia psicológica
Estas sesiones son provechosas incluso si desconoces los síntomas reales de la eyaculación precoz. Más que una terapia, es un desahogo en el cual tienes el derecho de preguntar por qué ocurre o comentar si has experimentado mucho estrés en las últimas horas.
Con una consulta en el psicólogo puedes aprender cómo identificar tu orgasmo, cuáles son tus puntos más sensibles en el sexo y aprender a vivir cada tramo de la relación sin mayores contratiempos o preocupaciones. ¿En qué traduce esta ventaja? Presentas mejores reflejos a la hora de eyacular.
El especialista recomienda una terapia de pareja para abordar el problema desde dos vertientes. Eso fomenta la comunicación y así encuentran soluciones que convengan a ambas partes.
Es fundamental que elimines para siempre la necesidad de cumplir las expectativas. Tu pareja puede entenderte más de lo que crees. Confía en ella y explica el caso. En la comprensión está la base del éxito.
Consumo de antidepresivos
Antes de describir esta sección, ten en cuenta que no todos son favorables para trabajar la eyaculación precoz. Consulta con tu médico si el fármaco induce a la readaptación de la serotonina. Entre los ejemplos más claros están: fluoxetina y sertralina.
Ahora bien, si quieres ir por lo seguro, entonces la dapoxetina es el remedio oficial. Está disponible en muchos países con sello de recomendado. Sin embargo, no debes ni puedes ingerir este fármaco de forma recurrente, porque no es favorable para tu bienestar general.
Tramadol
En el mundo de la farmacia es conocido como opioide menor. Su funcionamiento consiste en tomarlo dos horas antes de las relaciones sexuales, porque al igual que en antidepresivos, genera un efecto positivo en la serotonina. El resultado es la inhibición de la eyaculación por un rato más.
Terapia con los músculos pubococcígeos
Esta zona del cuerpo está muy cerca de la pelvis masculina. Si relajas la actividad del músculo es posible retrasar por unos segundos adicionales el fluido de semen.
La técnica de Kegel es la más recomendada en la actualidad, porque sirve para hacer una especie de presión en la parte en cuestión. Con esta manipulación hay un bloqueo temporal del flujo y evita, al menos por un momento más, la eyaculación pronta.
No te apresures en penetrar
Definitivamente muchas personas caen en el error de iniciar el sexo a través de la penetración. De hacerlo, es muy probable que el placer te juegue una mala pasada con la eyaculación. Sé minucioso, disfruta, acaricia, besa, incita a los juegos a través del cuerpo, nunca con el pene al arranque.
Cuando estés a punto de eyacular, para la erección durante medio minuto para recuperarte de la excitación. Ese modo es seguro para retrasar la expulsión del fluido seminal. Una vez te sientas menos deseoso de eyacular, entonces retoma la penetración hasta que logres el placer máximo.
Si no consigues una solución en el párrafo anterior, prueba otras posiciones de penetración o sé más dinámico en la cama. Puedes intentar la colocación de tus dedos en la parte superior del pene para “hacer retroceder” ese impulso de eyacular.
Anestesia
No es la medida más conocida en la actualidad, aunque cumple con su cometido: eliminar la sensibilidad en el pene estando a punto de expulsar el flujo seminal. Como beneficio adicional, controla un poco la alergia producida por el látex del condón.
Ten mucho cuidado de usar esta anestesia en exceso, porque repercute negativamente en la excitación. Lo ideal es preguntar antes de usar, con el fin de despejar dudas al respecto.
Finalmente, nuestra clínica te ofrece un potenciador sexual llamado Hammer, con la bandera de solucionar los problemas de eyaculación precoz. Contacta con nosotros y haz todas las preguntas pertinentes para mayor información.