Como hepatólogo con años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades hepáticas, es esencial comprender las señales que indican un mal funcionamiento del hígado. El hígado, uno de los órganos digestivos más críticos ya que despliega una red compleja de funciones, desde la regulación de las sustancias químicas de la sangre hasta la coagulación sanguínea y la digestión de los alimentos.

Cuando el sistema porta hepático, que incluye la vena porta hepática y los conductos biliares, se ve afectado por factores como enfermedades hepáticas (enfermedades del hígado), problemas metabólicos o intoxicación hepática, nuestro organismo envía señales claras de alteraciones digestivas cuando el hígado esta funcionando mal. En este articulo te guiare acerca de estos signos y sintomatología para detectar a tiempo estas afecciones hepáticas.

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Síntomas del hígado inflamado

La inflamación hepática, conocida como hepatitis, puede manifestarse de diversas maneras. La hepatitis se refiere a la inflamación del hígado, que puede ser causada por diversas razones, como infecciones virales (como la hepatitis A, B, C, D, o E), consumo excesivo de alcohol, ciertos fármacos o medicamentos, toxinas o enfermedades autoinmunes. Esta inflamación puede dañar las células hepáticas y afectar la capacidad del hígado para funcionar correctamente. estar al tanto de sus síntomas puede marcar la diferencia en la detección temprana y el tratamiento efectivo de este fallo hepático. A continuación, una lista de los signos más comunes que podrían indicar un hígado inflamado o problemas hepáticos subyacentes:

  1. Fatiga extrema: Sensación persistente de cansancio y agotamiento.
  2. Malestar abdominal: Dolor o molestias en el área del hígado, produciendo una distención abdominal en la parte superior derecha del abdomen.
  3. Ictericia: Coloración amarillenta de la piel y la esclerótica (parte blanca de los ojos).
  4. Fiebre: Aumento de la temperatura corporal, a menudo acompañada de escalofríos.
  5. Náuseas y vómitos: Malestar estomacal que puede conducir a náuseas y episodios de vómitos.
  6. Orina oscura y heces claras: Cambios en el color de la orina y las heces debido a la presencia elevada de bilirrubina.
  7. Pérdida de apetito: Disminución del deseo de comer.
  8. Dolores musculares y articulares: Sensación de molestia o dolor en los músculos y articulaciones.

La acumulación de bilirrubina no solo conduce a la ictericia y la hiperbilirrubinemia, sino que también puede desencadenar fibrosis y tejido cicatricial, marcando un daño hepático en desarrollo. Es importante recordar que los síntomas pueden variar en intensidad y presentación en cada individuo y que la evaluación médica es crucial para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

¿Qué sirve para desintoxicar el hígado?

Como especialista en salud hepática, reconozco la importancia de desintoxicar el hígado para mantener su buen funcionamiento y contribuir a un optimo proceso de la digestión. El producto Detox ofrece un barrido gastrointestinal profundo y la depuración del cuerpo, lo que puede ayudar a desengrasar el hígado y eliminar toxinas que podrían estar afectando tu bienestar. Detox, con su combinación de tres medicamentos:

Detox y síntomas de hígado dañado
  1. Herfrut: Con altos niveles de linaza, pitaya y vitaminas, puede apoyar la eliminación de sustancias antes de que ingresen al torrente sanguíneo.
  2. Depurplan: Contiene ingredientes como zanahoria, rábano, goji, açaí y apio, favoreciendo la depuración de toxinas a través de la orina.
  3. Detox: Compuesto por colágeno ionizado, miel de abejas y jalea real, este medicamento puede favorecer el metabolismo hepático, contribuyendo a la limpieza de toxinas y ayudando al hígado en el proceso de la hemoglobina y regulación los niveles de glucógeno (glúcidos), fundamentales para una salud hepática óptima.

Estos productos ofrecen una fórmula diseñada para desintoxicar el sistema digestivo, facilitando procesos digestivos y asegurando el cumplimiento del hígado en su rol de la metabolización de glucosa y lípidos, así como en la producción de proteínas.

Síntomas del hígado graso

El hígado graso, conocido como esteatosis hepática, ocurre cuando se acumula una cantidad anormal de grasa en las células del hígado. Esta condición puede ser causada por factores como la obesidad, la diabetes tipo 2, el consumo excesivo de alcohol (llamada esteatosis hepática alcohólica), dietas poco saludables o ciertas condiciones metabólicas. El hígado graso puede ser benigno y no causar síntomas en muchos casos, pero en algunos individuos puede progresar hacia una forma más grave, conocida como esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que involucra inflamación y puede llevar a cicatrización o fibrosis hepática. Algunos síntomas de hígado sucio que se presentan son: 

  1. Fatiga: Sensación persistente de cansancio y debilidad.
  2. Malestar abdominal: Sensación de pesadez o dolor en el hígado y gases, en la zona del superior del abdomen.
  3. Ictericia: En algunos casos, puede presentarse coloración amarillenta en la piel y los ojos, aunque no es tan común como en la hepatitis.
  4. Aumento de tamaño abdominal: Hinchazón o aumento del tamaño del abdomen.
  5. Cambios en las heces y la orina: Heces pálidas y orina oscura, aunque no es tan frecuente como en la hepatitis.
  6. Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2: Relacionado con el desarrollo de resistencia a la insulina y, en algunos casos, diabetes tipo 2.
  7. Aumento de peso no explicado: En algunos casos, puede haber retención de líquidos y aumento de peso sin razón aparente.

¿Cómo saber si estoy mal del hígado o vesícula?

Detectar si hay daño en el hígado o la vesícula puede ser complejo, ya que sus síntomas pueden solaparse. Sin embargo, algunos signos específicos podrían indicar problemas en cada órgano:

Los Problemas en el hígado a menudo se manifiestan con ictericia, lo que provoca coloración amarillenta en la piel y los ojos. También podría haber fatiga persistente, malestar en la parte superior derecha del abdomen y cambios en el color de la orina y las heces.

Por otro lado, los problemas en la vesícula pueden generar dolores repentinos y agudos en el lado derecho del abdomen, posiblemente con náuseas, vómitos, dificultades para digerir alimentos grasos y cambios en la consistencia o color de las heces.

¿Qué no se debe comer cuando se tiene hígado graso?

La enfermedad del hígado graso es una condición cada vez más común y comprender qué evitar en la dieta es crucial. El problema del hígado puede agravarse con la ingestión de alimentos ricos en grasas saturadas, colesterol y azúcares refinados, ya que este regula los niveles químicos. Recomiendo a mis pacientes reducir la ingesta de alimentos procesados y bebidas azucaradas.

El alcohol, un conocido factor de riesgo de enfermedad hepática crónica, debe consumirse con extrema moderación o evitarse por completo y no agravar los síntomas de hígado dañado. Optar por una dieta equilibrada, rica en nutrientes, es fundamental para abordar el hígado graso y promover las buenas funciones del hígado.

¿Qué tomar en ayunas para limpiar el hígado?

Para limpiar el hígado enfermo en ayunas, hay algunas opciones naturales que podrían ayudar a estimular su función y promover la eliminación de toxinas y evitando daños hepáticos. Sin embargo, es importante mencionar que no existe una solución única que se adapte a todas las personas, y es esencial consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier régimen de limpieza hepática. Estas son algunas alternativas naturales que  te podrían ayudar:

  1. Agua tibia con limón: El agua tibia con jugo de limón es una opción popular. El limón es rico en vitamina C y antioxidantes que podrían estimular la función hepática y ayudar en la digestión.
  2. Té verde: Esta infusión contiene catequinas, compuestos antioxidantes que podrían ayudar a proteger las células hepáticas y favorecer la desintoxicación.
  3. Jugo de vegetales verdes: Mezclas de vegetales como espinacas, pepino, apio o kale pueden aportar nutrientes y antioxidantes que benefician la salud del hígado y contribuyen a la mejora del problema hepático.
  4. Jugo de remolacha: La remolacha es conocida por su capacidad para purificar la sangre y ayudar en la desintoxicación hepática.
  5. Aceite de oliva: Tomar una cucharada pequeña de aceite de oliva extra virgen en ayunas se cree que puede estimular la producción de bilis, ayudando así a limpiar el hígado.
  6. Infusión de hierbas: Algunas hierbas como el diente de león, el cardo mariano o el té de raíz de cúrcuma se han asociado con propiedades que pueden favorecer la salud hepática.

Estas sugerencias se basan en la creencia popular y algunas investigaciones, pero es crucial tener en cuenta que la evidencia científica sobre su eficacia específica como limpiadores del hígado puede ser limitada.

Para mantener un hígado saludable y un buen sistema gastrointestinal, prioriza una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y proteínas magras. Limita el consumo de alcohol, evita alimentos procesados y practica actividad física regular. Consulta a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en tu estilo de vida y considera chequeos regulares para monitorear tu tracto gastrointestinal y promover la salud hepática.